Que ver y hacer en las dunas de Corrubedo y alrededores

Corrubedo es el destino ideal para una escapada de relax. Sumérgete en sus preciosas playas y su naturaleza mientras alimentas tu alma con la sabrosa cocina gallega: ¡seguro que vuelves renovado y con las pilas cargadas!

Sabiendo que nuestra escapada llegaba a su fin, pensamos que lo mejor era pasar los últimos días de nuestro descanso en Corrubedo, una tranquila villa de pescadores enclavada en Ribeira. Además, la zona cuenta con su propia reserva natural: el Parque Nacional de las Dunas de Corrubedo.

Si buscas una morada seductora con un rico sentido del carácter local y tranquilos paseos por la playa, éste es el destino ideal para ti y tú familia. Aquí podrás pasear por la costa o contemplar las tranquilas vistas del puerto mientras saboreas una bebida fría o un majestuoso vino gallego.

Qué visitar en Corrubedo… Y alrededores

Tras nuestra agradable primera velada cerca de la zona, y un nutritivo desayuno a la cálida luz del sol de la terraza, salimos ansiosos a explorar lo que había cerca.

Parque Natural de las Dunas de Corrubedo

Para comenzar nuestro viaje, nos aventuramos hasta el cercano Parque Natural de las Dunas de Corrubedo, a sólo cinco kilómetros de donde nos encontrábamos.

Con una extensión de 4 km, el Parque Natural de las Dunas de Corrubedo es una vista impresionante que muestra extensas dunas, playas vírgenes y lagunas de agua dulce y salada.

Después de asegurarnos una plaza en el aparcamiento gratuito, decidimos explorar la Duna Móvil, un tremendo complejo de dunas de un kilómetro de largo, doscientos cincuenta metros de ancho y veinte metros de alto. Esta increíble atracción lleva años cautivando a los turistas por su enorme tamaño.

Una pasarela de madera permite apreciar el entorno natural al tiempo que se preserva, lo que hace que la experiencia sea aún más agradable.

Con tres extraordinarias maravillas naturales, el parque alberga la Duna Móvil, la Laguna de Vixán y la Laguna Salada de Carregal. De estos humedales, sólo uno mantiene su alta salinidad debido a una conexión directa con el Océano Atlántico: ¡la extraordinaria laguna salada del Carregal!

Este idílico entorno natural sirve de santuario a una gran variedad de fauna y flora, especialmente al sapo de espuelas, que florece en las condiciones gallegas más que en ninguna otra parte del mundo. Además, este hábitat es el hogar de la tortuga común -el reptil más vulnerable de Galicia- y también da cobijo a una población de doncellas del mercurio considerada en peligro crítico de extinción.

Castro de Baroña

Tras nuestro fascinante viaje a las dunas de Corrubedo, nos dirigimos a Baroña, en la zona de Porto do Son. Aproximadamente a 20 kilómetros al norte de Corrubedo nos esperaba este asentamiento pesquero de la Edad de Hierro y su emblemático Castro de Barona, algo que no había dejado de llamar nuestra atención en las redes sociales. Estábamos impacientes por llegar con el corazón lleno de ilusión.

En apenas un cuarto de hora, nos encontramos en el pintoresco Castro de Baroña. Este impresionante lugar está separado de tierra firme por una estrecha franja de arena, lo que lo convierte en un lugar único.

Mirador da Pedra da Rá

Una llamativa piedra con forma de rana se posa en lo alto de este impresionante monumento, cautivando a todos los que lo contemplan.

La sobrecogedora belleza del Monte Castro cautivará su vista y perdurará en su memoria. A 213 metros sobre el nivel del mar, podrás contemplar las fascinantes dunas y el cabo de Corrubedo, asomarte al estuario de la ría de Arousa o espiar la isla de Sálvora, ¡todo un espectáculo! Este lugar es famoso por su colosal roca en forma de rana, de la que toma su nombre.
Los viajeros con discapacidad visual pueden acceder fácilmente a un mirador con impresionantes vistas del Parque Natural del Complexo Dunar de Corrubedo y las Lagoas de Carregal e Vixán, lo que proporciona una experiencia sensorial encantadora.

Dolmen de Axeitos

Seguimos nuestra ruta inicial, asegurándonos de visitar el Dolmen de Axeitos por el camino. ¿Quién iba a pensar que una estructura megalítica tan antigua -a 6 km de Corrubedo, en Bretal, y con 6000 años de antigüedad- estaba tan cerca? ¡Es increíble lo cerca que está todo!

El dolmen es un testimonio de nuestro largo patrimonio cultural. No sólo es tan apreciado que ha sido bautizado como el Partenón Gallego del Arte Megalítico, sino que su ubicación única permite a los visitantes vivir esta cautivadora historia de forma gratuita Y si tienes la suerte de visitarlo un fin de semana o un día festivo, un experimentado guía turístico le mostrará y explicará todo lo que le aguarda en este monumento de singular belleza.

Hace siglos, el Dolmen de Axeitos fue saqueado de cualquier tesoro potencial por quienes creían que estos lugares de enterramiento guardaban tales riquezas. En realidad, es simplemente una parte de las muchas mámoas de esta región que fueron desenterradas a lo largo del tiempo.

Su gastronomía

Después de un día entero de turismo, estábamos ansiosos por disfrutar de aquello por lo que Galicia es famosa: ¡su exquisito vino y su deliciosa comida!

Nuestro viaje de vinos y tapas comenzó en el Bar El Dolmen, en Bretal. El estilo de la taberna era único, ya que no se parecía al de una taberna gallega tradicional, pero su oferta gastronómica era completamente local. Saboreamos deliciosas tapas de olla, generosas opciones de pescado y una exquisita empanada de vieira que nos transportó al paraíso.

Para investigar más a fondo la vida nocturna de Corrubedo, Suso propuso que nos dirigiéramos a su barrio portuario, donde abundan los bares y restaurantes. El primero fue el restaurante Benboa, el lugar ideal para degustar platos gallegos (aunque su pulpo no estaba a la altura). Allí no sólo se podía pedir una deliciosa cena, sino también comprar pescado recién capturado o productos gastronómicos artesanales elaborados en los alrededores.

Nuestro restaurante favorito durante nuestra estancia fue el Bar O Pósito; sus vistas panorámicas al océano y el marisco fresco eran irresistibles. El servicio era excepcional, tanto que volvimos al mismo sitio varias veces. Después de comer a última hora de la tarde -ya eran las 17.00- decidimos dar un vigorizante paseo por la playa para celebrar la comida del día.

Ver delfines desde la costa

Tras nuestro viaje de vuelta a casa, bajamos a la tranquila cala que teníamos a nuestras espaldas. Siempre estaba desierta y totalmente serena.

A pesar de las agitadas condiciones del océano, tuvimos un viaje mágico a lo largo de la costa. Vimos revolotear pajarillos y vimos delfines retozando en su hábitat natural. Aunque no fue un encuentro tan cercano con la vida marina como cuando fuimos a ver ballenas, esta experiencia resultó ser particularmente única, ¡pensemos en nuestra suerte! En ese momento, justo cuando pisamos tierra, aparecieron estas majestuosas criaturas jugando cerca de nosotros; ¡seguro que se imaginan lo extasiados y felices que nos sentimos los dos por haber visto algo tan extraordinario!

El atardecer

Cuando los brillantes rayos del sol se ocultaron bajo el horizonte, proyectando un encantador tono anaranjado sobre Corrubedo, nos quedamos maravillados por su belleza. No podíamos separarnos de tan magnífica vista y nos quedamos hasta que anocheció.

Faro de Corrubedo

Para concluir nuestro primer día de vacaciones en la zona, optamos por presenciar el faro de Corrubedo por la noche. No sólo eso, ¡los faros ocupan un lugar especial en nuestros corazones!

Nada más entrar en Corrubedo, se alza ante nosotros el impresionante faro. Era la primera vez que veíamos un faro en funcionamiento y estábamos ansiosos por saber más sobre su funcionamiento, ¡no nos defraudó lo que vimos! Nos quedamos hipnotizados mientras la luz giraba majestuosamente.

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