La receta de sardinas asadas a la gallega, es una receta sencilla que me hace retrasar mis pensamiento a cuando era un niño y mi abuela preparaba esta receta tradicional gallega. Ella me contaba que antiguamente, en Vigo donde soy, las sardinas solo las comían los pescadores y sus familias, puesto que la gente apenas le dio nunca hasta hace unos años el valor culinario que se merecen.
Al margen de los ricas que están es un pescado que aporta a nuestra dieta mil un beneficios, un pescado que nos aporta mas de 25 gramos de proteína y nada de azucares ni hidratos de carbona por cada 100 gramos, por lo que estamos hablando de un buen aporte para tu cuerpo.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 1/2 kg de sardinas
- 4 cebollas medianas
- 3 cucharadas soperas de perejil picado
- 1 cucharada sopera de pimentón
- 1 vaso de agua
- 1/2 vaso de aceite
- Sal
Preparación:
La preparación de las sardinas asadas en muy sencilla, lo primero que tenemos que hacer es desescamar las sardinas y limpiarlas, recuerda quitarle la cabeza.
Picaremos muy fino el perejil y la cebolla y, en una tartera o una cazuela de barro, colocaremos una capa de este picadillo y otra de sardinas, luego otra de picadillo y así sucesivamente hasta que está llena.
Espolvorearemos de pimentón y sal, regaremos con el agua y el aceite y dejaremos cocer a fuego lento una media hora. Hay que mover la tartera de vez en cuando para que no se pegue. Serviremos en la misma fuente.
Maridaje:
Esta receta de sardinas asadas a la gallega marida muy bien con cualquier vino blanco gallego como podría ser un vino albariño o un ribeiro blanco, en esta ocasión, queremos presentarte dos de nuestros blancos más célebres de la Denominación de Origen Rías Baixas: el Albariño Follas Novas y el Albariño nº 12, ambos elaborados con orgullo por Bodegas Paco y Lola.
Estos dos exquisitos vinos presentan excelentes sabores y aromas propios de la D.O., ofreciendo un viaje único para su paladar. El Albariño Follas Novas es un blanco vivo y con carácter, con notas cítricas y una ligera salinidad final. Este vino se ha ganado numerosos elogios en su corta vida, destacando siempre en el abarrotado mercado español por su frescura y complejidad.
Por el contrario, el Albariño nº 12 presenta un estilo más serio que el Follas Novas; contiene aromas florales más intensos con toques de melocotón y pera. En boca ofrece una impresionante gama de perfiles de sabor, desde manzanas amarillas maduras hasta toques minerales melosos, con un final satisfactoriamente largo. Ambos vinos han sido elaborados con maestría por sus creadores y pueden disfrutarse en muchas ocasiones diferentes. Así pues, si busca algo especial que satisfaga incluso a los paladares más exigentes, ¡no busque más allá de los mejores blancos de Paco y Lola!
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