Preparación:
Una vez peladas las patatas, las cortaremos en rodajas finas y las remojaremos durante una hora en agua muy salada; las secaremos con un paño y las freiremos en manteca de cerdo.
Las escurriremos cuando estén a medio freír y las dejaremos que enfríen del todo. Entonces, las volveremos a poner en una gran cantidad de manteca de cerdo muy caliente. A medida que se van dorando, se ahuecan y toman la forma de un buñuelo.
Las serviremos inmediatamente, nada más sacarlas de la sartén, para que no se bajen y pierdan vistosidad.